El deporte como herramienta de crecimiento personal.
El deporte y en especial el patinaje, está relacionado con el trabajo, la confianza, el ejercicio físico y el juego sano.
Hay muchos factores a tener en cuenta cuando hablamos de la práctica de cualquier deporte. Hoy intentamos acercarnos a alguno de ellos.
Socializar.
El patinaje artístico sobre ruedas, al ocupar un espacio sustancial en la vida del patinador, se convierte en un multiplicador fundamental del autocontrol y de autoperfeccionamiento, entre otros. Hay que saber combinar el patinaje con la idea de convivencia. Raro es entrenar sólo y por ello debemos esforzarnos por tener buena relación con los compañeros.
La socialización positiva facilita que los patinadores compartan actividades constructivas, que desarrollen las capacidades necesarias para participar con éxito, y es bueno que las personas con las que se relacionan gratifiquen su esfuerzo. Estas condiciones, permiten vínculos, apego a los demás, comportamiento constructivo y la facilidad de asumir normas.
Participar.
Se espera que la práctica de patinaje artístico en los jóvenes, contribuya al desarrollo integral de la persona. Que le aporte beneficios físicos y deportivos. Sabemos que el valor educativo, va a depender de cómo esté diseñado y orientado. La idea de participar y formar parte de un todo.
Es importante, saber valorar a los demás patinadores. A participar de manera sana y compañerismo, eso los enriquecerá como personas, además de como deportistas. Ayudar al buen desarrollo de la personalidad.
La buena comunicación.
Intercambiar información es importantísimo para avanzar en el patinaje.
La buena comunicación nos lleva al éxito.
Los entrenadores, al igual que los patinadores, son personas y, por tanto, también sienten emociones: enfados, alegrías, frustraciones, etc.
Vemos cada vez más, como los entrenadores, tienen en cuenta todos estos aspectos de cada uno de sus patinadores y trabajan con ellos de manera más personalizada. Una tarea nada fácil.
El deporte por sí mismo no genera valores, sino que hay que hacer un uso correcto de la práctica deportiva para que los niños puedan adquirirlos de manera adecuada.
La confianza en el patinaje.
En patinaje se habla continuamente de rachas, ya sea para valorar la actuación de un patinador o de un club.
Cuando las cosas van bien, parece que todo es más sencillo, no cuesta tener buenos resultados en pista, incluso parece que la suerte está de nuestro lado. En cambio, cuando las cosas salen mal, se cree cometer más errores, más distracciones y que la suerte no llama a la puerta. Estas sensaciones se pueden controlar. Controlar a través del trabajo y la confianza en uno mismo.
Es importante positivizar. Ante los errores, evitar los dramas.
Hábitos de higiene.
Practicar en un deporte implica tener buenos hábitos de higiene corporal, debido al desgaste físico y la convivencia. No sólo es importante ducharse, cepillarse los dientes y cuidar la piel. También hacer buen uso de calcetines y resto de ropa deportiva. Asegurarse de que todo está limpio y de que evitaremos así infecciones, hongos y otros…
Aseguran estudios que, si tienes buenos hábitos de higiene, ello garantiza a quien practica deporte a cualquier nivel, una regularidad en los resultados y una condición física y psicológica óptimas.
El entorno.
Los padres, deberían inculcar a sus hijos el gusto por la práctica deportiva. Intentar tener una buena relación con el entrenador, diferentes técnicos y compañeros de sus hijos y fomentar los buenos hábitos que complementan el patinaje artístico sobre ruedas.
Es muy positivo, tener amigos que valoran tu constancia.
El éxito en el patinaje, exige a veces muchas horas de entrenamientos y cuidados dentro y fuera de la pista. Ayuda que la gente que te rodea, lo entienda en positivo y te ayude a no sentir que estás exagerando, si no que apoyen tu esfuerzo y dedicación.
Muchos son los factores a tener en cuenta, pero también los beneficios a corto y largo plazo. Así que os animo a no dejar de luchar y sobre todo a no dejar de soñar sobre ruedas.
Salud!!!