Coser, el reto.

Esta semana ha sido movidita, hemos decidido coser.

Nuestras hijas van a participar en dos minishow de patinaje artístico esta temporada y tocaba fijarse en el vestuario y coser.

En uno de los grupales, llamado “Aladdin”, van con trajes tipo Bollywood. La entrenadora encargó todos los trajes a la vez. Esta bien la idea de pagar y despreocuparse, pero no siempre es así, a veces tenemos que coser. Esta vez, por lo tanto, hay que hacer sólo un par de modificaciones al vestuario.

Por otro lado, tenemos que el otro grupal es “Alicia en el país de las maravillas” y como el Club ya lo hacía en la temporada anterior y nuestras niñas sustituyen a otras, el tema de vestuario cambia. Existe la opción de comprarlas de segunda mano, pero no nos convence la idea. Nos hemos decidido a coser y a hacer los trajes nuevos.

En casa todos sabemos coser, los cuatro. Uno hace mejor unas cosas y otro otras, con ello hacemos un buen equipo de costura.

El dilema es que queden idénticos a los demás, no hay margen a la improvisación. En casa, como iréis descubriendo, nos va más lo de dejar expandir nuestro arte. Nos cuesta más copiar que diseñar.

Nos ponemos manos a la obra y en primer lugar, empezamos con las compras… La lista de detalle hace que tengamos que visitar varias mercerías y tiendas de tela, hasta tenerlo todo.

Ahora a coser y además cuidar los detalles….

Esta vez hemos tenido suerte porque, muy amablemente, nos han prestado otras familias sus trajes, para poder tenerlo en casa y no basarnos sólo en fotos, que siempre es más difícil, que poder comparar al tacto.

Buenas sensaciones

Las niñas empezaron este mes en el Club nuevo (lo conocían por participar en su campus de este verano) y hemos tenido mucha suerte. Las familias nos han acogido bien y parece que las niñas están creando nuevos lazos de amistad y compañerismo en minishow.

Tras días de trabajo cosiendo, recogemos los frutos y es muy gratificante.