Nos inquieta la violencia en el deporte.
Hay problemas en los campos de fútbol, pero no solo ahí los familiares, técnicos y deportistas metemos la pata. También sucede en el resto de deportes en mayor o menor medida. En patinaje también hay actitudes violentas que tú puedes ayudar a corregir.
El patinaje artístico sobre ruedas se puede vivir sin violencia.
Podemos convivir sin faltas de respeto y llenos de ilusión por mejorar.
Cuando las niñas y niños se inician en el patinaje artístico sobre ruedas, en un entorno en el que predomina la agresividad, hay mayores probabilidades de que mantengan esas actitudes cuando estén en edad de competir.
Hay diferentes maneras de violencia que debes conocer, como pueden ser:
- Física o psicológica. En patinaje raramente vemos discusiones o peleas en las gradas, pero sí hay momentos donde el acoso psicológico está presente. Cuando aparecen las faltas de respeto con intención de minar la autoestima de otro, hay que intentar corregirlas desde el primer momento.
- Sexual. Hay todavía cierto tabú para hablar de este tema, pero es bueno evitar el miedo, la vergüenza o la culpabilidad.
- Racista. Tu entorno y también el patinaje es cada vez más diverso, plural, multicultural e interracial, es cierto que existen personas incapaces de valorar lo que pueden aportar personas de otras etnias y orígenes y tu trabajo, es lograr convivir y aprender unos de otros desde el respeto.
- LGTBI fobia. Importante es también evitar la discriminación hacia personas por razones de orientación sexual e identidad de género.
La prensa relata a menudo situaciones de acoso, agresiones y violencia en el deporte aunque sea en otras disciplinas. Se habla poco de patinaje artístico sobre ruedas en prensa, así que vemos ejemplos de lo que sucede en otros deportes. Lo increíble es que parece que se tolera más que en otros contextos de la vida. Es importante tener en cuenta los límites y ser menos permisivo, si quieres obtener soluciones.
Un ambiente inadecuado puede contribuir a que la patinadora o patinador, se forje una imagen negativa del deporte y se plantee abandonar la práctica de actividad.
¿Cómo puedes evitarla?
Imprescindible la educación en valores humanos y la concienciación social.
Los hechos violentos tienden a ser mayores en la medida que aumenta la presión competitiva.
Ganar no lo justifica todo. La victoria conseguida con permisión de violencia no tiene mérito.
El exceso de competitividad, el fomento de expectativas irreales, el menosprecio al rival y otras actitudes pueden generar en el patinador falta de autoestima, ansiedad, problemas de socialización…
En el patinaje y otros deportes, es donde se producen y expresan algunos de los grandes valores de la sociedad y debes recordarlo para estar a la altura en cuanto a tu comportamiento.
Es importante que los valores que se aprenden a través del deporte se complementen con los que aprendes en casa.
Creo recomendable reforzar el comportamiento positivo, sobretodo en los menores.
Debería darse tolerancia cero hacia comportamientos violentos, sean los que sean.
No es fácil, pero sí importante, ayudar a que llegue el día en que no se den episodios violentos.
El deporte se asocia a bienestar y salud y por ello debemos entender que el mensaje que llega a través de él es importante. Es un instrumento de desarrollo.
Hay que intentar evitar la sobrecarga emocional, tanto por parte de los patinadores como por parte de los familiares y técnicos. Darle sentido común a las competiciones y entrenamientos, adquiriendo seguridad en uno mismo y siendo precavido.
Es poco usual que un niño quiera ganar a toda costa si su familia o entrenador no quiere. Por lo tanto, cabe pensar que es una actitud inducida.
Recordar fechas significativas.
El Día Internacional de la No Violencia, que se conmemora el 2 de octubre, es un buen momento para recordar los riesgos de los comportamientos agresivos en el deporte.
No está todo el trabajo hecho en referencia al conocimiento, prevención y buen hacer, así que pongámonos “manos a la obra” y haz del deporte algo maravilloso.
Salud!!!