Nuestras primeras pruebas de aptitud
Pruebas A.
Antes de relatar lo que pasó, decir que personalmente, me sentí desbordada por la novedad y me costó unas horas saber gestionar positivamente lo que vivíamos ese día.
Estaba atacaaaaaaaaaaaaaaada de los nerviossssss… Sí, así de mal 😉
En el artículo de “la aventura continúa” prometí hablar de cómo vivimos las pruebas, pues allá va…
Elsa se examina de aptitud A
Eran las 8 de la mañana cuando llegamos contentos, repeinados y con ganas de vivir las pruebas de Elsa con gran expectación.
Primeramente nos sorprendió el hecho de que las familias, se colocaban en las gradas según sus clubes. Una norma no escrita, que indica que debes sentarte junto a las demás familias de tus colores. No sabemos muy bien cual es el fin, ya que en casa, disfrutamos de la actuación de todos los patinadores, sin excepción. Nos dejamos arrastrar por la marea y nos sentamos con los del mismo club. Ummmm genial!!! ¿¿Dónde queda nuestra personalidad?? junto a la “L” de novatos 😉
Las pruebas se dividen en dos modalidades por nivel, “escuela” y “libre”, tenéis aquí el enlace a artículo dedicado a las diferencias entre ambos.
Elsa salió unos minutos a calentar en modalidad “escuela A”, su carita era un poema de desamor. Al verla me empecé a preguntar si aquello valía la pena, intenté aguantar el tipo ya que la protagonista era ella.
La pequeña había estado toda la semana soñando con ese momento y sus gestos eran más de salir corriendo de allí sin mirar atrás, que de felicidad.
Llegó el momento de examinarse de escuela, la verdad es que no recuerdo ni en que lugar salió, ni cuantas eran.
Elsa tenía los gestos tensos y su cuerpo gritaba, en silencio, sentirse insegura.
Odio ver sufrir a mis pequeñas, pero esos ratos existen para todos y hay que aprender a convivir con ellos.
Cuando me miraba, le sonreía, pero eso no calmaba sus nervios.
Que listos son los niños y como notan cuando los adultos no estamos controlando nuestras emociones.
El ejercicio no le salió demasiado bien, en ese momento ya no era lo importante para la familia. Le pedimos a su hermana Noa que hiciera por llegar hasta ella y le recordara que estaba allí para divertirse y disfrutar del deporte. Tenia que respirar hondo y tranquilizarse. Suspendió el ejercicio de la mañana.
Parar y pensar, viene bien…
Fuimos a casa a comer, ya que el examen de “libre A” era por la tarde. Una vez en casa discutimos un rato, había que desestresarse, exponer en familia lo que estábamos viviendo y calmarse. En casa, papá es el experto en calmarnos a todos.
A aquello se le estaba dando mucha importancia, aprobar ya parecía de vida o muerte y teníamos que darle el valor justo a la experiencia.
Teníamos poca información de qué eran realmente unas pruebas. Sentirse sólo ante el peligro, no es fácil y el patinaje artístico es un deporte individual. Los patinadores son deportistas valientes.
Por la tarde, pruebas libre A
La idea que acompañó después en pista a Elsa, por la tarde, fue que ya era nuestra campeona, pasara lo que pasara.
Salió a pista contenta, tranquila y con ganas de que le aplaudiéramos y aprobó. Calmarse valió la pena.
Las otras familias del club nos felicitaban y nos resultaba algo chocante, pero nos agradaba. Estábamos ya en modo: Graciassssssss!!!
Elsa ya había aprobado “libre A” !!!!bien!!! y debería esperar a la siguiente convocatoria, para intentar aprobar “escuela A”. Esta próxima vez, compartiría pista con su hermana.
Para los que vayáis a vivir las pruebas, por primera vez o no, sólo advertir algo… Son niños, con miedo a decepcionar al club y sobretodo a la familia. Pienso que es bueno dejarles claro, antes de salir a pista, que por muy mal que salga ese día el ejercicio, no van a decepcionarnos, si no a darnos una lección de lucha y constancia.
Así que ánimo a los que vayas a vivir la emoción de unas pruebas e intentad vivirlo bonito.
No os perdáis la continuación, donde hablamos de lo vivido junto a Noa,
Salud!!!