Párate a pensar. Quizás estés entrenando mucho sin conseguir los resultados que esperabas. Vamos a ver si el Principio de Pareto puede ayudarte a ser más eficiente.
¿De dónde viene el Principio de Pareto?
Vilfredo Pareto, famoso economista y sociólogo del siglo XIX.
Estudió la distribución de la riqueza en Italia. Se dio cuenta de que el 20% de la población acaparaba el 80% de la riqueza del país. Realizó una tesis sobre, que pocos tenían mucho y muchos tenían poco.
Con el tiempo, este Principio de Pareto se ha hecho célebre y también criticado, por otros economistas hasta la actualidad.
Hoy día se ha aplicado el Principio de Pareto a otros campos como el social, industrial, personal, con mejores y peores resultados.
¿Se puede aplicar al deporte y especialmente al patinaje artístico?
Quizás ya lo estés haciendo.
¿Cómo se aplica el Principio de Pareto al deporte?
Principio 80/20.
Para que sea fácil de comprender el concepto 80/20, voy a ponerte un ejemplo:
Imagina que te presentas dentro de un mes a un trofeo donde tienes como integrativo obligatorio el axel, ese salto que tanto te cuesta sacar entero.
Durante ese mes lo practicas, sí. Pero como te gustan tanto tus estilos, transiciones, perfeccionar otros saltos…, sin darte cuenta, le dedicas más tiempo a eso que ya dominabas, que a practicar el axel.
Llega el día del trofeo, con miedo a que no te salga el axel, ya que en los entrenamientos no salía siempre.
Al final, haces un disco espectacular, fallas el axel obligatorio y te baja mucho la nota, quedando por debajo de otras que, no hacían un disco tan bonito, pero que defendían todos los integrativos obligatorios.
En el deporte, el Principio de Pareto nos viene a explicar que con un 20% de esfuerzo consigues el 80% de los resultados, y al revés.
Conclusión.
En este ejemplo ha entrenado un 80% lo que ya se le daba bien, cuando lo que debía hacer era entrenar más ese axel imprescindible.
Está claro que algo que nos cuesta mucho conseguir da más pereza practicarlo, porque se falla mucho, y no llegan a nuestro cerebro estímulos o recompensas que nos animen a seguir practicando.
Y es que como siempre decimos en PuroPatin, el patinaje artístico sobre ruedas, es un deporte donde la cabeza es de lo más importante.
Está bien practicar esas cosas que se te dan bien. Te sientes bien, porque salen, te divierten y recompensan a tu cerebro. Pero para avanzar, también tienes que poner empeño en las cosas que cuestan, las que te hacen caer, las que pasan los días y no ves los resultados.
No vale dar vueltas a la pista, sin pensar en lo que tienes que hacer, sin concentrarte en ese salto, hablando con los demás de lo que has hecho este fin de semana…
Practicar sin ganas, es desaprender.
Párate a pensar en tus objetivos.
¿Cuál era el objetivo de este año? ¿Lo lograste? ¿Ni te lo habías planteado?
Parar a pensar donde quieres llegar, cómo vas a conseguirlo y ver los resultados al final del camino. Es muy importante para ir avanzando.
Tienes que pensar cuáles son tus fortalezas, aprovecharlas bien. Pero también, debes pensar en tus debilidades, trabajar en ellas para reforzar tu patinaje y lograr tu objetivo.
Planificar qué habilidades, piruetas o saltos has de llegar a conseguir para poder competir.
Sin un rumbo definido, nunca llegarás a tu destino.
No todo es patinar.
Está claro que practicar patinaje y tener una cabeza preparada para este deporte, es muy importante. Pero no lo es todo.
Puedes aplicar el principio de Pareto para mejorar otros aspectos también importantes como:
Alimentación: Mejorando un 20% tu alimentación conseguirás que tu cuerpo esté un 80% mejor, aunque no es una ciencia exacta. Puede que no llegue a esa cifra. Lo que sí es verdad, que la alimentación es igual de importante que el entrenamiento. Somos lo que comemos.
Evitar lesiones: Calienta y estira un 20% más las zonas sensibles a lesiones y conseguirás evitarlas en un 80%.
Recupérate de los entrenos: muchos esfuerzos del 80% para conseguir ese 20% pueden llevar a tu cuerpo a un colapso. Masajes o sesiones de fisioterapia son muy útiles en estos casos.
Como dijo Voltaire: “Lo excelente es el enemigo de lo bueno”. Entendiendo así que a veces lo sencillo bien hecho, es más aconsejable que intentar lograr la perfección y morir en el intento.
Piensa, anticipa, y serás más eficiente.
Un saludo.