Puede que hayas leído algo sobre la regla de las 10.000 horas para convertirte en maestro de algo. Vamos a ver si se puede aplicar al patinaje artístico sobre ruedas.
De dónde viene la regla
En los años 90 el psicólogo K. Anders Ericsson estudió a un grupo de violinistas. Dividió a los músicos en tres grupos, según el número de horas que habían practicado:
- Los maestros habían practicado 4.600 horas.
- Los buenos estudiantes habían practicado 7.800 horas.
- La élite había practicado unas 10.000 horas.
Ericsson intentó demostrar científicamente la regla de las 10.000 horas con los años, aunque sus estudios no fueron muy convincentes.
Fue el sociólogo y periodista, Malcom Gladwell, autor de “Los fuera de serie” quien popularizó está regla, dando ejemplos de personas exitosas en diferentes campos como la música, el deporte o los negocios. Dando a entender que gracias a esas horas de práctica, habían llegado al éxito.
Los que defienden esta regla, explican que, la receta para convertirse en experto es la práctica deliberada y profunda durante 10.000 horas. Debe requerir esfuerzo y no siempre es divertido.
Verdades y mentiras sobre la regla de las 10.000 horas.
Está claro que, si me aseguran por contrato que practicando programación 10.000 horas de forma deliberada y profunda me iba a convertir en el próximo Bill Gates, firmaría ahora mismo.
Pero tú y yo sabemos que eso no pasará.
Estoy convencido que me aseguraría un buen puesto de trabajo. Pero el éxito no sólo depende de la práctica.
Hay estudios recientes que desmontan esta regla.
En un estudio reciente, con más de 11.000 voluntarios de múltiples disciplinas, la práctica de las 10.000 horas, sólo explica de media el 12% de nuestro rendimiento en una tarea, en vez del 100% asegurado.
En la disciplina deportiva, que es del tipo predecible, la media aumenta a un 24%.
Sí! La práctica ayuda, pero no lo es todo.
El periodista David Epstein de Sports Illustrated asegura que, en disciplinas como el salto de altura, el lanzamiento de dardos, o las carreras de velocidad, son los dones naturales los que cuentan por encima de la práctica.
“Nunca vi a un niño lento volverse rápido” comenta Epstein, eso le aseguró un entrenador africano de corredores de élite.
Es más, en ciertos momentos, la experiencia puede ser un arma de doble filo, ya que podemos quedar unidos a modelos pasados, a estilos o herramientas o procedimientos que fueron exitosas, pero que hoy día no lo son.
La capacidad de desaprender y de desapegarse, son tan importantes como la habilidad de aprender.
Otros factores además del entrenamiento
Podemos decir que que el 24% del éxito nos lo da la práctica en el patinaje artístico. Pero ¿el resto? ¿Dónde lo puedes conseguir?
Son varios los factores que pueden llevar a alguien a lograr el éxito mundial.
- La genética.
- Ambiente y economía familiar.
- Alimentación.
- Temprana exposición a la actividad.
En definitiva, con un entrenamiento de entre 8 a 10 horas de media a la semana, se llegaría a la famosa cifra a la edad de entre los 20 y 25 años aproximadamente.
Es muy difícil de conseguir, y no te asegura que te vayas a convertir en un Luca D’Alisera o en una Tanja Romano, pero con lo que engancha este deporte, seguro que lo consigues. ¿Te animas?
Un saludo.